
El Gobierno del Paraguay anunció la presentación al Congreso Nacional de un proyecto de ley que regula el uso de celulares y dispositivos electrónicos en instituciones educativas, tanto públicas como privadas. La propuesta surge del análisis técnico y científico que evidencia el impacto negativo del uso irrestricto de estos dispositivos en la salud mental y el aprendizaje de niños y adolescentes.
Lo que dispone el proyecto de ley
Basado en evidencia internacional, el proyecto plantea:
- Prohibición general del uso de celulares durante la jornada escolar, incluyendo recreos, salvo excepciones.
- Uso permitido con fines pedagógicos, bajo supervisión docente.
- Excepciones para accesibilidad, inclusión o razones de salud.
- Responsabilidad del MEC como autoridad de aplicación, con reglamentación, fiscalización y campañas de concientización.
- Adecuación obligatoria de los reglamentos escolares en un plazo de seis meses tras la reglamentación.
El anuncio fue encabezado por el asesor jurídico de la Presidencia, Roberto Moreno, junto a los ministros Luis Ramírez (Educación), Gustavo Villate (MITIC) y Walter Gutiérrez (MINNA), quienes destacaron que este proyecto representa una decisión de Estado orientada a proteger a la niñez, coherente con la visión del Gobierno del Paraguay de colocar a los niños y adolescentes en el centro de la política pública.
Una decisión con impacto a 10 y 20 años
El ministro Roberto Moreno explicó que la iniciativa se basa en evidencia internacional y nacional que demuestra el efecto adverso del uso desregulado de celulares en dos dimensiones críticas:
- Salud mental, afectada por la exposición a redes sociales, ciberacoso y patrones de consumo digital adictivo.
- Aprendizaje en aula, afectado por la distracción permanente y la disminución de la capacidad de concentración.
Sostuvo que el proyecto no responde a modas regulatorias, sino a una convicción profunda:
“Este gobierno puso a los niños en el centro de la política pública, no como una frase hecha, sino con hechos concretos.”
Recordó que, así como Hambre Cero protege la salud física y el acceso equitativo a la alimentación escolar, esta ley busca proteger la salud mental, un desafío creciente a nivel global.
Educación: la tecnología sí, pero con sentido pedagógico
El ministro de Educación, Luis Ramírez, enfatizó que la regulación no implica prohibición, sino uso pedagógico responsable.
Explicó que investigaciones recientes muestran que los celulares se utilizan dentro de las aulas principalmente para actividades sociales, distracciones o prácticas nocivas como el ciberbullying.
El ministro Ramírez remarcó que la tecnología será bienvenida cuando:
- Tenga un fin educativo,
- Esté guiada por el docente,
- Fortalezca la enseñanza de matemáticas, lectoescritura, lógica o programación.
“Lo que no queremos es que la tecnología se lleve por delante a nuestros chicos, especialmente en un aspecto tan crítico como la salud mental”, advirtió.
Conectividad con propósito educativo
El ministro Gustavo Villate señaló que el Gobierno avanza en la mayor expansión de conectividad escolar en años, con cientos de instituciones rurales ya integradas a la red nacional. Sin embargo, aclaró que conectar escuelas no significa dejar sin reglas el uso de dispositivos, sino acompañar su implementación bajo criterios pedagógicos.
“Este proyecto no prohíbe, sino regula. El objetivo es claro: que la tecnología esté al servicio del aprendizaje”, afirmó.
La salud mental como prioridad
El ministro de la Niñez y Adolescencia, Walter Gutiérrez, alertó sobre el aumento de casos de depresión infantil y adolescente, calificándolo como una “pandemia silenciosa”.
Señaló que los dispositivos han contribuido a generar aislamiento, pérdida de habilidades sociales y exposición a contenidos dañinos.
“Tenemos que preguntarnos qué tipo de niño y adolescente estamos formando. Esta regulación es una oportunidad para educar mejor y protegerlos mejor”, destacó.
Un proyecto integral para proteger el bienestar de niños y adolescentes
El Poder Ejecutivo acompañará el tratamiento legislativo del proyecto, que incluye audiencias públicas y participación de la comunidad educativa.
El objetivo es claro: garantizar un ambiente escolar más sano, más seguro y más propicio para el aprendizaje, donde la tecnología sea una herramienta y no un riesgo.
Con esta iniciativa, el Gobierno del Paraguay reafirma que la niñez y adolescencia son prioridad absoluta, orientando todas sus políticas —desde la alimentación escolar hasta el bienestar emocional— hacia la construcción de un futuro más saludable y equitativo para los paraguayos más jóvenes.