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El reconocimiento fue recibido en su nombre por su hija, Ana Corina Sosa.

La presencia del Presidente Peña en la ceremonia reafirma el compromiso del Gobierno del Paraguay con los valores democráticos, la libertad y los derechos humanos, acompañando los procesos globales que buscan consolidar la paz mediante el fortalecimiento institucional.

Un reconocimiento que reordena las discusiones sobre libertad en la región

El reconocimiento a María Corina Machado se instala con fuerza en el escenario global: demuestra que la voluntad colectiva por recuperar la democracia mantiene vigencia y capacidad de influencia más allá de las fronteras.

El Premio Nobel de la Paz 2025 emerge así como una advertencia y, al mismo tiempo, una reafirmación: la libertad continúa siendo un valor universal cuya vigencia exige responsabilidad cívica y compromisos institucionales claros.

Una narrativa de país que interpela al mundo

A través de la voz de Ana Corina Sosa, el relato adquirió una dimensión histórica que trasciende lo testimonial. Su exposición articuló la esencia de una nación que, desde su origen, concibió la libertad como condición inherente a la dignidad humana; que creció siendo refugio de pueblos enteros; y que, en las últimas décadas, atravesó el deterioro institucional provocado por un autoritarismo que fracturó su tejido democrático y expulsó a millones de ciudadanos.

La intervención delineó tres ejes que hoy reconfiguran la comprensión internacional del proceso venezolano:

  • La libertad como elección cotidiana, no como estado garantizado.
  • La resistencia ciudadana como articulación ética, espiritual y cívica frente al poder discrecional.
  • El resurgimiento de la esperanza colectiva, impulsado por la recuperación de la confianza en la propia ciudadanía, particularmente visible desde las primarias de 2023.

Ana Corina reconstruyó también el sentido del reencuentro nacional como horizonte: la posibilidad de que Venezuela vuelva a reunir a sus hijos dispersos por el exilio y recupere la vida democrática que le fue arrebatada.

La participación del Presidente Peña: una señal de compromiso regional

La presencia del Presidente Santiago Peña en Oslo acompañó un momento que excede el ceremonial.

Posiciona a Paraguay como un actor que sostiene una política exterior basada en principios, abierto a respaldar procesos que promueven la libertad, la institucionalidad y la construcción de sociedades democráticas fuertes.

Este gesto diplomático reafirma la determinación del Gobierno del Paraguay de insertarse en los debates globales con una agenda que defiende la paz y la cooperación entre naciones que comparten valores democráticos.

Una señal hacia el futuro

El Nobel concedido a María Corina Machado trasciende las fronteras de Venezuela: reinstala la discusión sobre la fortaleza institucional, el valor de la ciudadanía organizada y la vigencia de la libertad como fundamento de cualquier proyecto nacional.

Para el Gobierno del Paraguay, este acontecimiento representa una convocatoria a seguir consolidando su democracia, fortalecer alianzas y sostener una diplomacia que proyecte al país como un defensor activo de los valores que dan estabilidad y sentido a las comunidades libres.

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