
El presidente de la República, Santiago Peña, encabezó junto al vicepresidente Pedro Alliana la ofrenda de una corona de laureles en homenaje a los Héroes de la Patria, en el histórico sitio donde se erige el busto del Mariscal Francisco Solano López, frente a la imponente Fortaleza de Humaitá.
El acto se desarrolló en un ambiente de solemnidad, con la participación de las principales autoridades nacionales y locales, así como de numerosos pobladores que se acercaron para rendir tributo a la memoria de los héroes.
Un día de profundo significado para Ñeembucú
La jornada coincidió con el aniversario de la ciudad de Humaitá y la celebración del día del santo patrono San Carlos Borromeo, lo que otorgó un valor aún más simbólico al homenaje. Estuvieron presentes la primera dama Leticia Ocampos, el gobernador Víctor Hugo Fornerón, ministros del Poder Ejecutivo y autoridades departamentales, acompañando a los ciudadanos en un acto cargado de historia y sentimiento patriótico.
La ceremonia tuvo lugar frente a las emblemáticas Ruinas de Humaitá, donde se conserva parte esencial del patrimonio histórico nacional. Este espacio, considerado un verdadero altar de la Patria, fue escenario de una de las gestas más heroicas del Paraguay, y hoy se proyecta como punto clave de recuperación y desarrollo para el sur del país.
Revalorización del patrimonio y desarrollo regional
El homenaje marcó el inicio de una jornada de actividades oficiales en el departamento, que incluyó también la firma de contratos para la construcción de la segunda ruta de hormigón del país y la entrega de viviendas a familias beneficiarias de distintos distritos de Ñeembucú.
Estas acciones se enmarcan en una política de Estado que busca rescatar el valor histórico y promover el progreso económico y social de una región que hoy comienza a recuperar su protagonismo en el desarrollo nacional.
Un homenaje que une historia y futuro
El Presidente Peña rindió homenaje a la memoria de los próceres nacionales y reafirmó su compromiso con la reivindicación histórica de Ñeembucú, un territorio emblemático que representa la fortaleza, el sacrificio y la identidad del pueblo paraguayo.
El acto en Humaitá simbolizó el encuentro entre la historia y el futuro. Un recordatorio de los valores que dieron forma a la Nación y una muestra concreta de las transformaciones que avanzan hoy en el sur del país.